Un
tsunami es una serie de olas procedentes del océano que, en ocasiones, alcanzan
alturas de 30 metros, hacia el interior. Estos muros de agua pueden causar una
destrucción generalizada cuando golpean la costa.
Estas
olas son causadas normalmente por grandes terremotos submarinos en los
bordes de la placa tectónica. Cuando el suelo del océano en un borde de la
placa se eleva o desciende de repente, desplaza el agua que hay sobre él y la
lanza en forma de olas ondulantes que se convertirán en un tsunami.
La
mayoría de los tsunamis, aproximadamente un 80%, se producen en el Océano
Pacífico, en el Cinturón de Fuego, un área geológicamente activa donde los
movimientos tectónicos hacen que los volcanes y terremotos sean habituales.
Los
tsunamis también pueden estar causados por deslizamientos de tierra
subterráneos o erupciones volcánicas. Incluso pueden ser lanzados, como ocurrió
con frecuencia en la Tierra en la antigüedad, por el impacto de un gran
meteorito que se sumergió en un océano.
Los
tsunamis recorren el mar a unos 805 kilómetros por hora, tan rápido como un
avión a propulsión. A ese ritmo pueden cruzar la extensión del Océano Pacífico
en menos de un día. Y sus grandes longitudes de onda implican que pierden muy
poca energía por el camino.
En un océano
profundo, las olas de los tsunamis pueden parecer de solo unos centímetros. Sin
embargo, conforme se aproximan a la costa y entran en aguas menos profundas, se
ralentizan y comienzan a crecer en energía y altura. Las partes altas de las
olas se mueven más rápido que sus bases lo que causa que se eleven
precipitadamente.
Normalmente
la parte baja, la que se encuentra bajo la cresta de la ola, llega a la costa
primero. Cuando esto sucede, se produce un vacío que succiona el agua hacia el
mar y deja expuestos el puerto y el suelo. Esta retracción del agua es una
señal de alerta importante de un tsunami porque la cresta de la ola y su enorme
volumen de agua normalmente golpean la costa unos cinco minutos después.
Reconocer este fenómeno puede salvar vidas.
Los
tsunamis habitualmente se componen de una serie de olas, llamadas tren de olas,
por lo que su fuerza destructiva puede estar compuesta de olas sucesivas que
alcanzan la costa. La gente que experimenta un tsunami a menudo recuerda que el
peligro puede no haber pasado con la primera ola y que se debería esperar a que
se anuncie oficialmente que es seguro volver a las zonas vulnerables.
Algunos
tsunamis no aparecen en la costa como olas rompedoras masivas sino que
parecen una ola que emerge rápidamente e inunda las áreas de la costa.
La mejor
defensa contra un tsunami es la alerta temprana que permite a la gente buscar
un terreno más elevado. El Sistema de Alerta de Tsunamis en el Pacífico, una
coalición de 26 naciones con sede en Hawai, mantiene un equipo sísmico web y
medidores del nivel del agua para identificar tsunamis en el mar. Se han
propuesto sistemas similares para proteger las áreas costeras en todo el mundo.
Tomado de: http://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/desastres-naturales/tsunami-definicion
Clasificación del tsunami según su origen
Los Tsunamis pueden ser de origen cercano o de origen lejano. Para cada
uno de estos tipos de tsunamis, se deben tener sistemas de alerta y evacuación
adecuados, y un programa de educación para preparar a la población a enfrentar
estos eventos.
Origen lejano.
Un tsunami puede producirse como resultado de una actividad sísmica a
grandes distancias, por lo que la primera ola puede demorar varias horas en
llegar a las costas, disponiéndose de tiempo suficiente para activar las
alarmas de evacuación e impartir las disposiciones de seguridad pertinentes.
Origen cercano.
Un tsunami también puede producirse como efecto de un sismo de gran
magnitud, con un epicentro ubicado en una zona cercana a la costa (menor de 100
kilómetros mar a dentro). En este caso, la primera ola puede demorar entre 20
minutos y 1 hora después del sismo. Se dispone, por lo tanto, de poco tiempo
para proceder a la evacuación. La alerta de evacuación es, en este caso, el
propio sismo.
Tsunamis
en la Región
La mayoría de los más grandes y devastadores tsunamis han ocurrido en el
Océano Pacífico y sus mares marginales. La razón es que el Pacífico cubre más
de un tercio de la superficie del planeta y está rodeado por una serie de cordilleras,
fosas oceánicas y arcos de islas llamadas “anillo de fuego”, donde se genera la
mayoría de los terremotos. En consecuencia, la costa pacífica de Sudamérica es
una de las zonas más propensas a un tsunami. Sin embargo, como no ocurren con
frecuencia, muchas veces las comunidades que viven en estas zonas costeras
subestiman o ignoran el riesgo. Los tsunami son una fuerza altamente
destructiva, y cuando ocurren, la pérdida de vidas, el número de personas
heridas y el daño de infraestructura pueden ser extremadamente altos, como se
demostró en el tsunami en el Océano Indico en 2004, el tsunami de Chile de 2010
y el tsunami de Japón de 2011
Muchas gracias por la información.=)
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