La Energía Eólica es la energía obtenida del viento,
es decir, la energía cinética generada por efecto de las corrientes de aire, y
que es transformada en otras formas útiles para las actividades humanas.
El término eólico viene del latín
Aeolicus, perteneciente o relativo a Eolo, Dios de los Vientos en la mitología
griega. La Energía Eólica ha sido aprovechada desde la antigüedad para mover
los barcos impulsados por velas o hacer funcionar la maquinaria de molinos al
mover sus aspas.
La energía del viento es utilizada
mediante el uso de máquinas eólicas (o aeromotores) capaces de transformar la
energía eólica en energía mecánica de rotación utilizable, ya sea para accionar
directamente las máquinas operatrices, como para la producción de energía eléctrica.
En este último caso, el sistema de conversión, (que comprende un generador
eléctrico con sus sistemas de control y de conexión a la red) es conocido como
aerogenerador.
En la actualidad se utiliza, sobre
todo, para mover aerogeneradores. En estos la energía eólica mueve una hélice y
mediante un sistema mecánico se hace girar el rotor de un generador,
normalmente un alternador, que produce energía eléctrica. Para que su
instalación resulte rentable, suelen agruparse en concentraciones denominadas
parques eólicos.
AEROGENERADORES
Los
distintos aerogeneradores que existen son:
Aerogenerador
de eje vertical: es el concepto original de aerogenerador dentro de la energía
eólica, ya que permite colocar el tren de potencia (multiplicadora, generador
eléctrico, etc) en la base del aerogenerador, facilitando así la instalación de
estos aerogeneradores. Las palas de este aerogenerador están girando en un
plano paralelo al suelo.
Aerogenerador de eje horizontal: es el concepto para producir energía eólica que se ha implantado a lo largo de los años. Consiste en colocar el tren de potencia en la parte superior junto al eje de giro de la turbina eólica. Las palas de este aerogenerador están girando en un plano perpendicular al suelo.
También, los aerogeneradores se pueden clasificar por la potencia, existiendo la energía mega eólica (con aerogeneradores de más de 5 Mw), mini eólica (con aerogeneradores de menos de 200 kw) y energía eólica normal.
APLICACIONES DE LA
ENERGÍA EÓLICA
Las aplicaciones de la energía eólica se pueden clasificar, según su
ámbito, como aplicaciones centralizadas, caracterizadas por la producción de
energía eléctrica en cantidades relativamente importantes, vertidas
directamente a la red de distribución, o aplicaciones autónomas, dentro de las
que cabe distinguir el uso directo de la energía mecánica o su conversión en
energía térmica o eléctrica.
En el marco de las aplicaciones centralizadas, en las que siempre será
necesario que la potencia base de la red la proporcione una fuente de energía
más estable, cabe destacar dos grandes tipos de instalaciones eólicas:
- Aerogeneradores
de gran potencia: se están llevando a cabo experiencias con
aerogeneradores en el rango de potencias de los MW con grandes esperanzas,
ya que la potencia que se podría instalar sería muy grande
- Parques eólicos: se trata de centrales eólicas formadas por agrupaciones de aerogeneradores de mediana potencia (alrededor de 100 kW) conectados entre sí, que vierten su energía conjuntamente a la red; la generalización de estas instalaciones contribuiría a una importante producción de electricidad de origen eólico en el futuro.
Por su parte, las aplicaciones autónomas de máquinas eólicas de pequeña
potencia pueden ser rentables en muchos casos, según las condiciones eólicas y
las características concretas de las diferentes alternativas que se comparen.
Las posibilidades que existen en este ámbito se pueden dividir en tres grupos,
según el tipo de energía utilizada en cada caso:
- Energía
mecánica: aplicación inmediata en el bombeo de agua por medio de bombas de
pistón, de tornillo helicoidal o centrífugas
- Energía
térmica: obtenible a partir de la energía mecánica bien por calentamiento
de agua por rozamiento mecánico, o bien por compresión del fluído
refrigerante de una bomba de calor
- Energía eléctrica: aplicación más frecuente, pero que obliga a su almacenamiento o a la interconexión del sistema de generación autónomo con la red de distribución eléctrica
En resumen, las aplicaciones de la energía eólica de forma autónoma
están basadas principalmente en las necesidades de pequeñas comunidades o de
tareas agrícolas, pudiendo sintetizarse en los siguientes puntos:
- Bombeo
de agua y riego
- Acondicionamiento
y refrigeración de almacenes
- Refrigeración
de productos agrarios
- Secado
de cosechas
- Calentamiento
de agua
- Acondicionamiento
de naves de cría de ganado
- Alumbrado
y usos eléctricos diversos
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