APARATO REPRODUCTOR MASCULINO

Está formado por un conjunto de órganos y estructuras que intervienen en la formación, conducción y expulsión de los espermatozoides.

Órganos y estructuras externas:
  • El pene
  • El escroto
Órganos y estructuras internas:
  • Los testículos
  • Epidídimo y conductos deferentes
  • Las glándulas (vesículas seminales, glándula de Cowper y la próstata)
El pene. Es el órgano copulador cuya función es depositar el semen en el interior del aparato reproductor femenino. Internamente formado por dos cuerpos cavernosos, en su parte superior, que producen la erección, y un cuerpo esponjoso, en su parte inferior, que protege la última porción de la uretra. El último tramo del pene es el glande, recubierta por una porción de piel llamada prepucio.
En realidad, el pene está formado por dos partes: la diáfisis y el glande. La diáfisis es la parte principal del pene y el glande es la punta (a veces, denominada "cabeza"). En el extremo del glande, hay una pequeña ranura o abertura, por la cual, a través de la uretra, salen el semen y la orina del cuerpo. La parte interna del pene está formada por un tejido esponjoso que se puede expandir y contraer.
Todos los niños nacen con un prepucio, un pliegue de piel ubicado en el extremo del pene, que cubre el glande. Algunos niños son circuncidados, lo cual significa que un médico o un miembro del clero corta el prepucio. La circuncisión suele llevarse a cabo en los primeros días de vida del bebé. Si bien la circuncisión no es clínicamente necesaria, los padres que deciden circuncidar a sus hijos a menudo lo hacen por creencias religiosas, preocupación por la higiene, o por razones sociales o culturales. El pene de los niños circuncidados no es diferente del pene de los demás niños: todos los penes funcionan de la misma manera y tienen la misma sensibilidad, sin importar que se haya retirado el prepucio.

El Escroto. Es la bolsa de piel que contiene y protege a los testículos.

Los TestículosLos testículos. Son dos y en su interior se encuentran los tubos seminíferos donde se forman los gametos masculinos o espermatozoides, que se producen continuamente a partir de la pubertad. Son ovalados y crecen hasta alcanzar aproximadamente 2 pulgadas (5 centímetros) de longitud por 1 pulgada (3 centímetros) de diámetro. Los testículos también forman parte del sistema endocrino, porque producen hormonas, entre las que se encuentra la testosterona. Para que los espermatozoides se produzcan normalmente se requiere de una temperatura 30°C menor que la temperatura corporal (37°C).

El Epidídimo. Es un tubo estrecho y alargado conectado a cada uno de los testículos, es donde se almacenan los espermatozoides después de producidos por los testículos. Allí se alojan y maduran los espermatozoides entre unos 10 y 14 días.

Los conductos deferentes. Son dos tubos musculares que conectan el epidídimo con los conductos eyaculatorios.

Las vesículas seminales. Se encargan de fabricar líquido seminal para que los espermatozoides puedan desplazarse con facilidad así como nutrirse y protegerse.

La próstata. Es un órgano que sólo lo tienen los hombres, localizada a la salida de la vejiga urinaria. Contiene células que producen parte del líquido seminal cuya función es nutrir y proteger a los espermatozoides que están en el semen.

Glándulas de Cowper o Bulbouretrales. Son dos glándulas del aparato reproductor masculino situadas a cada lado de la próstata, segrega líquido que forma parte del líquido seminal.

SemenEs el líquido que transporta a los espermatozoides y otras secreciones que producen las glándulas bulbouretrales y la próstata.


Problemas que pueden surgir en el sistema reproductor masculino

En algunas ocasiones, los hombres pueden experimentar problemas en su sistema reproductor. A continuación, encontrarás algunos ejemplos de afecciones del sistema reproductor masculino.

Afecciones del escroto, los testículos y el epidídimo
Las dolencias que afectan el contenido del escroto pueden involucrar a los testículos, el epidídimo o al escroto mismo.

Lesiones en los testículos. Incluso una lesión leve en los testículos puede provocar dolores agudos, magulladuras o hinchazón. La mayoría de las lesiones en los testículos se deben a golpes, patadas o compresión y suelen ocurrir durante la práctica de deportes o debido a otros traumatismos. Algunos hombres también sufren de torsión testicular, que es lo que ocurre cuando uno de los testículos se retuerce y corta el suministro de sangre. Pero este problema no es muy común.

Varicocele. Se trata de una várice (una vena inusualmente hinchada) en la red de venas que corren a través de los testículos. El varicocele suele desarrollarse durante el transcurso de la pubertad. Por lo general, un varicocele no es nocivo, aunque en algunas personas puede dañar los testículos o disminuir la producción de espermatozoides; por lo tanto, es conveniente que un muchacho consulte a su médico si está preocupado por cambios en los testículos.

Cáncer de testículo. Se trata de uno de los cánceres más comunes en hombres menores de 40 años. Aparece cuando las células del testículo se dividen de manera anormal y forman un tumor. El cáncer de testículo puede propagarse a otras partes del cuerpo, pero si se detecta en forma temprana, la probabilidad de curación es excelente. Todos los hombres deben autoexaminarse los testículos en forma regular para facilitar la detección temprana de esta enfermedad.

La epididimitis.  Es la inflamación del epidídimo, los conductos espiralados que conectan los testículos con el conducto deferente. En la mayoría de los casos, es causada por una infección, tal como la clamidiasis, que es una enfermedad de transmisión sexual. La epididimitis provoca dolor e hinchazón cerca de uno de los testículos.

Hidrocele. Un hidrocele surge por la acumulación de líquido en las membranas que rodean a los testículos. Los hidroceles pueden provocar hinchazón en el testículo, pero suelen ser indoloros. En algunos casos, tal vez sea necesario recurrir a la cirugía para aliviar la dolencia.

Hernia inguinal. Cuando una parte de los intestinos se introduce a través de una abertura o debilitación anormal de la pared abdominal y entra en la ingle o el escroto, se produce una hernia inguinal. La hernia puede presentarse como un abultamiento o una hinchazón en la zona de la ingle. Se puede corregir con cirugía.

Cáncer de Próstata. A diferencia de otro tipo de cáncer, el de próstata se caracteriza por evolucionar de forma muy lenta. El cáncer de próstata es extremadamente frecuente, aun cuando su causa exacta sea desconocida. Cuando se examina al microscopio el tejido prostático obtenido tras una intervención quirúrgica o en una autopsia, se encuentra cáncer en el 50 por ciento de los hombres mayores de 70 años y prácticamente en todos los mayores de 90. 
Los síntomas de la enfermedad pueden tardar mucho tiempo, incluso años, en manifestarse. Por lo general, pasado un tiempo el cáncer se puede manifestar mediante alteraciones en la función de orinar (incapacidad para hacerlo, efectuarlo de forma muy frecuente, sentir dolor o padecer incontinencia). Junto con estos síntomas, el paciente puede padecer un dolor frecuente en la parte baja de la espalda, tener una vida sexual problemática e incluso expulsar sangre en la orina o en el semen. No obstante, estas alteraciones físicas no siempre implican la existencia de cáncer.

A pesar de la evolución lenta de la enfermedad y de la manifestación tardía de sus síntomas, el cáncer de próstata puede diagnosticarse mediante pruebas médicas. A través de un examen digital (palpamiento en la zona afectada) o un análisis de sangre especial, se puede llegar a detectar la enfermedad antes de que los síntomas se presenten. Tras una revisión física general, el urólogo hará preguntas sobre los síntomas y antecedentes médicos, y procederá a realizar algunos de los siguientes exámenes:

Examen rectal digital (tacto rectal) . En esta prueba, mediante un guante lubrificado, el médico inserta un dedo en el recto (último tramo del intestino grueso) del paciente para detectar la existencia de alguna área irregular dura (hinchazón o protuberancia), que podría ser indicio de cáncer. A pesar de ser incómoda, se trata de una prueba rápida e indolora. 
Análisis de sangre o prueba de determinación del antígeno prostático específico. Esta prueba -de gran utilidad en los llamados "cánceres silenciosos"- consiste en la extracción de sangre para detectar la existencia de una sustancia producida por la próstata llamada antígeno prostático específico (PSA). 
Examen de orina. Con una muestra de orina, el médico puede determinar si ésta tiene sangre o señales de alguna anomalía, como podría ser una infección, hiperplasia (agrandamiento) de próstata o marcadores de cáncer. 
Ecografía transrectal (TRUS) . Uso de ondas sonoras para crear una imagen de la próstata en una pantalla de vídeo en la que se podrán detectar pequeños tumores. La colocación de la sonda en el recto puede ser incómoda, pero no dolorosa. La prueba se efectúa en la consulta médica y su duración oscila entre 10 y 20 minutos. 
Es un método seguro pero caro, con una sensibilidad (probabilidad de diagnosticar la enfermedad cuando ésta realmente existe) alta del 97 por ciento y una especificidad (probabilidad de dar resultado negativo cuando no existe la enfermedad) más baja, 82 por ciento. Presenta una tasa elevada de falsos positivos (individuos diagnosticados como enfermos cuando en realidad son sanos) debido a la similitud ecográfica del cáncer y las inflamaciones benignas de la próstata. 

Biopsia de próstata. El diagnóstico del cáncer de próstata sólo puede confirmarse tomando una muestra de tejido (biopsia). La biopsia consiste en la inserción de una aguja en la próstata con la intención de extraer parte de su tejido celular y analizarlo. Este análisis permite confirmar o descartar la existencia de la enfermedad.


Afecciones del pene
La afecciones del pene incluyen las siguientes:

Inflamación del pene. Los síntomas de inflamación del pene incluyen enrojecimiento, picazón, hinchazón y dolor. La inflamación del glande (la cabeza del pene), se denomina "balanitis". La postitis es la inflamación del prepucio, que suele presentarse como consecuencia de una infección bacteriana o por hongos.

El hipospadias es una afección en la cual la uretra se abre en la parte inferior del pene, y no en la punta.



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